19 febrero 2007

Opinión: Adios Carlos Hugo... y poco más

Mundo loco este del fútbol. Ayer cayó Carlos Hugo, técnico azulgrana desde que en noviembre pasado Antolín Gonzalo abandonara el equipo gimnástico por el Marbella.
La llegada del entrenador leonés no era fácil. Se encontraba con un equipo líder de su grupo y con números espectaculares, camino de revalidar los obtenidos en la campaña anterior. Su llegada además coincidió con una mala racha de lesiones. Los malos resultados no tardaron en llegar, y los nervios han sido una constante durante sus días al frente del banquillo gimnástico.
Precisamente ayer su equipo empató frente al filial del Numancia. El gol de los sorianos llegó en el descuento sin tiempo para reaccionar. El equipo sumó un punto pero en el ambiente el partido sabía a derrota. Los azulgranas habían mejorado de forma importante en su juego, pero les faltó el gol que asegurara una victoria frente a un rival directo en la lucha de ocupar plaza de play-off.
La directiva reunida después del partido decidió que el tiempo de Carlos Hugo al frente de la Segoviana se había acabado. Precisamente el día que el equipo había mostrado su mejor cara y la grada empezó a albergar esperanzas de una mejoría del equipo.
Ahora vienen decisiones complicadas para el club. Buscar un nuevo entrenador con el que afrontar lo que queda de temporada. Este tendrá que rehabilitar anímicamente a un equipo que se ha acostumbrado a perder. Le ha abandonado la llamada suerte del campeón. Tendrá que acoplarse con una plantilla que hizo Antolín, y que Carlos Hugo remendó a su gusto, pero que tendrá que sacar partido un tercero.
Está por ver si la Gimnástica opta por un hombre de la casa como Peiro o Minguela, o si el equipo vuelve sus ojos al bazar de entrenadores en paro. Ya han empezado a sonar nombres. Lo mejor es que decidan cuanto antes, pues vienen partidos decisivos en los que hay que dejar las incertidumbres de lado en cuanto se pueda.
Y después de todos estos acontecimientos en que lugar queda el director deportivo, Andrés Peiro. Si los jugadores y los entrenadores les ha fichado él, y apostó fuerte por Carlos Hugo siendo respaldado por el presidente, José Soriano, frente a opciones caseras del gusto de otros directivos, caso de Minguela. Ahora con Carlos Hugo fuera del banquillo y tras el fichaje presidencial de Calleja sin contar con Peiro, la posición del director deportivo queda tocada. La pregunta es la siguiente ¿Será el siguiente en salir del club o dimitirá asumiendo el fracaso de su papel?
La realidad es que Carlos Hugo ya es historia de la Gimnástica Segoviana, pero desde el club dicen que seguirá vinculado a la estructura de la entidad, pero no en el ámbito deportivo. Sus informes de León, esperemos que sean de utilidad para el club.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

veo que tienes muchas informaciones, no se si serán ciertas o no. También HE visto que te corrigen de vez en cuando los artículos. Ciao!

frutos de frutos dijo...

Estimado señor anónimo,
como verás arriba se trata de un artículo de opinión basado en mis informaciones y escrito con mi criterio. Puede que alguna no sea correcta, si no es así te agradezco que me las indiques, pues el blog está abierto a la participación.
Lo que si que te digo es que nadie me corrige los artículos pues el responsable del blog soy yo, junto con un colaborador, javisego, y no tengo que dar cuentas a nadie ni me corrige nadie los artículos. si alguna vez se corrige es por evitar faltas de ortografía o errores de bulto y mantener el nivel de calidad del blog a la altura de los que se merecen la multitud de gimnásticos que lo visitan.

muy agradecido por su visita y participación.

David Matarranz/Segovia1928

Anónimo dijo...

Algo se está moviendo en la Segoviana. Entrenadores, las cuentas que no se qué pasa con quienes las llevan, la campaña electoral, la de los políticos, se entiende... Hay un refrán quedice queentre todos la mataron... y otro: qué poco dura la alegría en casa del pobre. Ahora en serio, me parece que se está dando una imagen de fragilidad en el club, como que no está soportado con una directiva estable, así que ya pueden empezar a ponerse las pilas o, por el contrario, marcharse a casa y dejar a otros que lo hagan.