Lo peor que le puede pasar a tu equipo cuando acaba el partido es que te acuerdes de un penalti no pitado. Eso significa que el resultado final no ha sido del todo positivo. Hoy los gimnásticos hemos terminado el partido recordando el penalti clamoroso que el árbitro, Guerra Escudero, no quiso ver ni pitar. Fue en la segunda mitad cuando tras una magnífica jugada de los azulgranas, el meta del Huracán Z derribó a Ramírez cuando este ya le había rebasado y se encontraba con la puerta rival vacía. El árbitro no pitó penalti, y la jugada siguió perdiendo también su oportunidad de marcar Lobera. Esa fue la tónica del partido, una Segoviana que da claras muestras de mejoría pero que ha perdido pegada y no remata en los metros finales como solía.
El Huracán Z se mostró como un equipo ordenado que vino a Segovia como ya es habitual a buscar el punto y su ocasión de oro. Apenas pudo realizar jugadas dignas de mención. La Gimnástica le ahogaba con una presión de los hombres de arriba. Ojalá empiece a ser habitual esa práctica de poner en apuros a los rivales desde su defensa, pues cuando la presión es eficaz el número de balones recuperados en el centro del campo es muy elevado. Esto tiene otra vertiente, exige mucho físicamente al equipo, y de momento a la Sego por lo visto hoy todavía le falta un punto. Los métodos de entrenamiento de Barasoain todavía requieren tiempo. Hoy en los minutos finales a la Gimnástica se la notó floja de fuerzas. Pese a esta circunstancia el técnico solo realizó un cambio, el de Murci por Agustín.
El dominio del partido fue claramente azulgrana, pero el Huracán Z pudo sacar petróleo en una jugada a cinco minutos del final, en la que un uno contra uno, fue salvado providencialmente por Monsalvo. El fantasma de una derrota se asomó por La Albuera.
Falta mejorar, pero el camino del equipo es el correcto con Barasoain. La grada ha recuperado la ilusión y la confianza en el equipo y apoya sin fisuras al técnico vasco. El punto de hoy sabe a poco, pero la Arandina lo ha mejorado tras su derrota contra el Norma por 0-1, que coloca a la Sego en la segunda plaza, ya fija, pues aunque ganen sus aplazados el Ávila y el Huracán Z, la Sego no variará su posición en la clasificación. Ahora a llenar el granero con puntos a priori fáciles como los siguientes rivales; La Bañeza, Burgos B, Laguna y Leonesa B, todos ellos de mitad de tabla para abajo. Con esos rivales, prohibido fallar para asegurar el play-off.
ATENTOS A TODO
>>Seguridad: Los últimos acontecimientos violentos en el mundo del fútbol no pasan desapercibidos a nadie. La Albuera es un estadio tranquilo. De los más seguros de la categoría. Los árbitros lo saben y en Segovia arbitran cómodos, como no puede ser de otra forma. La seguridad privada contratada por el club gimnástico realiza una buena función acompañando a los colegiados desde el campo hasta dentro del túnel de vestuarios. Más vale prevenir.
>>Ikurriña: La que se vio en el fondo donde se sitúan la peña Segovirras. ¿Será por el nuevo técnico Barasoain? Algunos no lo pillamos, pero bueno cada loco con su tema.
>>Números: Problemas serios de comprensión de los números los que tiene el delegado del Huracán Z. Los cambios de su equipo los hizo a voces sin usar la habitual tablilla con los dígitos. Estuvo más listo para avisar antes al jugador que iba a ser cambiado que se fuera lo más lejos posible. Objetivo perder el máximo de tiempo posible. Un cero en deportividad.
>>Sin corbata: Nos habíamos acostumbrado el traje oscuro y corbata azulgrana en el banquillo gimnástico. Primero Antolín y después Carlos Hugo. Barasoain parece de la escuela clásica. Pantalón y jersey de sport y cazadora deportiva en la segunda mitad cuando bajó la temperatura. Cada uno con su estilo.
>>Cambios: Sorprendió en La Albuera la decisión de que Barasoain solo realizara un cambio. El de Murci por Agustín en el tramo final del partido. Cano y Alcalde se quedaron calentando y sin salir a jugar.
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