Pocas veces el recurso fácil para un comentarista de “una imagen vale más que mil palabras” ha sido más acertado. La fotografía de Juan Martín que ayer publicó El Adelantado y que fue tomada en la rueda de prensa del presidente gimnástico, José Soriano, para comentar la marcha del banquillo gimnástico de Antolín Gonzalo no pudo ser más gráfica. La cara de odio de Soriano es la auténtica ilustración de lo que fue una lamentable rueda de prensa. En esta el presidente azulgrana se despachó sin medida contra el de Sanabría, trató de explicar todo lo sucedido y lanzó la perla de que si Antolín volviera a Segovia debería ser escupido por todo lo que ha hecho a la Gimnástica Segoviana. También acusó a Antolín de la limpia de jugadores segovianos que ha sufrido en las últimas temporadas, así otro marrón que se quitó de en medio. Se autocalificó de calzonazos por haber consentido que se sentará en el banquillo visitante del Sánchez Pizjuán el pasado miércoles, pero que accedió porque se lo pidieron los jugadores.
Hace mucho tiempo que en la Segoviana la agenda informativa la marca la polémica de turno y la marcha deportiva del equipo queda en un segundo plano. Los resultados son sensacionales, el equipo marcha primero en la Liga y ha tenido una meritoria participación en la Copa del Rey. Pese a todo, de lo que se habla en el entorno del club y en los medios de comunicación es de polémicas. Que si el precio de las entradas, de jugadores que se echan en el último minuto del período de fichajes, que si el entrenador hace mutis, del foro de El Norte de Castilla, o si los directivos pese a ser solo tres no se hablan entre ellos y se lanzan mutuamente puñaladas, especialmente entre Soriano y De la Fuente, o que ahora voy y anuncio mi marcha como presidente para el final de temporada. Y todas estas polémicas planteadas en momentos estratégicos, como vísperas de partidos clave o históricos, sin medir el momento ni las consecuencias de las mismas.
A este club le faltan muchas cosas y le sobran otras. Le falta estructura, organización, sentido común, humildad, seriedad y una directiva coherente en sus decisiones y actos, pero sobre todo comunicación interna y externa. Por otra parte le sobran soberbia y altanería. La rueda de prensa de ayer es un esperpento que nuestro club no se debiera permitir. Contamos con un presidente que luego se queja de que no se le respeta y no se le apoya, pero eso señor Soriano hay que ganárselo a diario, y con sus últimas actitudes desde luego que no lo está logrando. En algunos momentos Soriano piensa que la Gimnástica Segoviana es una de sus empresas donde el hace y deshace y no tiene que dar explicaciones a nadie. Pero no es el caso, el presidente de la Gimnástica Segoviana cuando habla como presidente es la representación del club, sus socios, sus jugadores, su historia y en algunas ocasiones tiene la representación de la ciudad de la que procede el club. Es lamentable para el club que hasta en un programa nacional de RNE se comenten sus declaraciones en la rueda de prensa, como también lo fueron las que realizó en la trasmisión del partido de Sevilla en los micrófonos de COPE Segovia. Y todo esto apuntando que la actitud de Antolín en su marcha del club es execrable y el momento de hacerlo público no es el más adecuado en vísperas de un partido histórico para el club.
En mi opinión el presidente Soriano está metido en una gran bola de nieve, que cada vez se hace más grande y baja con más velocidad, muy difícil de frenar y de consecuencias imprevisibles para nuestro club. Solo nos falta esperar si la bola aguanta hasta junio y con un ascenso de categoría o pueden más leyes de la física y esta se rompe antes de final de temporada y tenga consecuencias también en lo deportivo.
Hace mucho tiempo que en la Segoviana la agenda informativa la marca la polémica de turno y la marcha deportiva del equipo queda en un segundo plano. Los resultados son sensacionales, el equipo marcha primero en la Liga y ha tenido una meritoria participación en la Copa del Rey. Pese a todo, de lo que se habla en el entorno del club y en los medios de comunicación es de polémicas. Que si el precio de las entradas, de jugadores que se echan en el último minuto del período de fichajes, que si el entrenador hace mutis, del foro de El Norte de Castilla, o si los directivos pese a ser solo tres no se hablan entre ellos y se lanzan mutuamente puñaladas, especialmente entre Soriano y De la Fuente, o que ahora voy y anuncio mi marcha como presidente para el final de temporada. Y todas estas polémicas planteadas en momentos estratégicos, como vísperas de partidos clave o históricos, sin medir el momento ni las consecuencias de las mismas.
A este club le faltan muchas cosas y le sobran otras. Le falta estructura, organización, sentido común, humildad, seriedad y una directiva coherente en sus decisiones y actos, pero sobre todo comunicación interna y externa. Por otra parte le sobran soberbia y altanería. La rueda de prensa de ayer es un esperpento que nuestro club no se debiera permitir. Contamos con un presidente que luego se queja de que no se le respeta y no se le apoya, pero eso señor Soriano hay que ganárselo a diario, y con sus últimas actitudes desde luego que no lo está logrando. En algunos momentos Soriano piensa que la Gimnástica Segoviana es una de sus empresas donde el hace y deshace y no tiene que dar explicaciones a nadie. Pero no es el caso, el presidente de la Gimnástica Segoviana cuando habla como presidente es la representación del club, sus socios, sus jugadores, su historia y en algunas ocasiones tiene la representación de la ciudad de la que procede el club. Es lamentable para el club que hasta en un programa nacional de RNE se comenten sus declaraciones en la rueda de prensa, como también lo fueron las que realizó en la trasmisión del partido de Sevilla en los micrófonos de COPE Segovia. Y todo esto apuntando que la actitud de Antolín en su marcha del club es execrable y el momento de hacerlo público no es el más adecuado en vísperas de un partido histórico para el club.
En mi opinión el presidente Soriano está metido en una gran bola de nieve, que cada vez se hace más grande y baja con más velocidad, muy difícil de frenar y de consecuencias imprevisibles para nuestro club. Solo nos falta esperar si la bola aguanta hasta junio y con un ascenso de categoría o pueden más leyes de la física y esta se rompe antes de final de temporada y tenga consecuencias también en lo deportivo.
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